Menos de tres meses después de la celebración de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Invierno en Beijing, el Consejo Olímpico de Asia anunció el viernes que los Juegos Asiáticos que debían tener lugar en China este año se retrasarán debido a los brotes de la variante ómicron del coronavirus en el país.
El COA apuntó que la nueva fecha se anunciará “en un futuro próximo” tras conversaciones con los organizadores y el Comité Olímpico Chino.
La organización estaba “muy bien preparada para celebrar los Juegos a tiempo a pesar de los desafíos globales. Sin embargo, todas las partes implicadas tomaron la decisión tras considerar cuidadosamente la situación de la pandemia y la magnitud” del evento, señaló el comunicado del COA.
La televisora estatal china informó sobre la demora en un breve comunicado, pero no ofreció más detalles.
Los Juegos Asiáticos debían celebrarse entre el 10 y el 25 de septiembre en la ciudad de Hangzhou, en el este del país, y reunirían a más 11.000 deportistas, más que los Juegos Olímpicos de verano. La última edición fue en 2018 en Yakarta, Indonesia.
Los Juegos Universitarios, otro importante evento multideportivo internacional con miles de deportistas, también se retrasaron, dijeron los organizadores el viernes. Previstos originalmente para 2021, se demoraron un año por la pandemia e iban a disputarse entre el 26 de junio y el 7 de julio en la ciudad occidental de Chengdu.
Se esperaba que ambos eventos empleasen el sistema de “burbujas cerradas” que se aplicó en los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Invierno celebrados en la capital. Entonces, participantes y reporteros estuvieron aislados de la población de Beijing y debían someterse a pruebas diarias de detección del virus y a frecuentes controles de temperatura.
El país se aferra a su estricta política de “cero COVID” a pesar de que muchos otros están aliviando las restricciones mientras tratan de vivir con el virus. El confinamiento de gran parte de Shanghái — un centro financiero, manufacturero y de transporte marítimo — ha alterado la vida de la población y asestó un duro golpe a la economía.
China reportó el viernes un total de 4.628 nuevos casos de COVID-19, la inmensa mayoría de ellos asintomáticos y registrados en Shanghái, la mayor ciudad del país, que está a unos 177 kilómetros (110 millas) al este de Hangzhou.