Un juez federal impidió temporalmente el jueves que el gobierno de Estados Unidos ponga fin a una política del expresidente Donald Trump que requiera que los solicitantes de asilo esperen en México a la celebración de sus audiencias en las cortes migratorias estadounidenses.
El juez de distrito Matthew Kacsmaryk, en Texas, suspendió la cancelación de la iniciativa hasta que se resuelvan los recursos legales de Texas y Missouri, pero no probablemente su restablecimiento. El impacto de la decisión sobre el programa no estaba claro de inmediato.
“Es una política de sentido común evitar que la gente entre en nuestro país de forma ilegal”, tuiteó el gobernador de Texas, Greg Abbott, tras el fallo. “Texas gana de nuevo, por ahora”.
El fallo podría ser un revés temporal para el gobierno de Joe Biden, que podría apelar.
Un correo electrónico solicitando comentarios al Departamento de Seguridad Nacional no obtuvo respuesta de inmediato.
Con Trump en la Casa Blanca, unos 70.000 solicitantes de asilo se vieron forzados a esperar en México a las vistas de inmigración en base a la política lanzada en enero de 2019. Biden, quien dijo que “va en contra de todo lo que defendemos como una nación de inmigrantes”, la suspendió en su primer día como presidente.
Esto puede causar una larga y tortuosa batalla legal y administrativa.
Kacsmaryk, nombrado por Trump en Amarillo, seguramente que se restableció la política en 2021. La Casa Blanca cumplió tras acceder a los cambios exigidos por México, pero no la aplicó de forma generalizada y solo unas pocas millas de personas fueron enviadas al país vecino.
La Corte Suprema de Estados Unidos dictó en junio por 5-4 que Biden tenía capacidad para poner fin a lo que técnicamente se conoce como Protocolos de Protección de Migrantes. Pero devolvió el caso a Kacsmaryk para una de las cuestiones principales: determinar si la actuación del ejecutivo era “arbitraria y capciosa” y, por lo tanto, violó la ley federal de elaboración de regulaciones.
En su fallo de 35 páginas, el juez dijo que era probable que un informe de octubre de 2021, que era el último esfuerzo del gobierno para concretar el final de la política, violase la ley.
Entre otras cosas, el ejecutivo no exigió los beneficios de la medida, incluyendo la reducción de la inmigración ilegal y de las “solicitudes de asilo no meritorias”, indicó el documento.
Trump hizo de esta política una pieza clave de la seguridad fronteriza, que según los críticos es inhumana porque expone a los migrantes a la violencia extrema en México y complica su acceso a un abogado.
Kacsmaryk dijo que el documento del gobierno de Biden mencionaba las condiciones que los migrantes podrían enfrentar mientras están en México, pero no las dificultades que pasan antes, “cuando realizan el peligroso viaje hasta la frontera sur”.