Diana de Gales dejó un importante fideicomiso para sus dos hijos, que podían cobrar hasta que tuviesen 30 años.
“Tengo lo que me dejó mi madre y sin ese dinero no hubiéramos podido hacer esto”. Entre todo lo que hablaron el príncipe Harry y Meghan Markle con Oprah Winfrey, esta frase pasó inadvertida, pero revela que Diana de Gales le dejó una importante herencia al duque de Sussex y a su hermano, William.
Si bien la Casa Real británica dejó de apoyar financieramente a Harry desde su salida voluntaria de Buckingham, él y Meghan no solo han llevado una vida holgada vista su clase social privilegiada, sino que han tenido multitud de gastos que suman una cuantía que muchas familias jamás verán en toda su vida, asegura Vanitatis.
Se trata de casi 20 millones de dólares que se les han ido en reformar Frogmore Cottage (algo a lo que se comprometieron con Isabel II), lo que les ha salido más de 3 millones y medio de dólares; su nueva casa en Santa Bárbara, Los Ángeles, que les costó más de 14 millones de dólares; y a todo ello hay que sumar lo que han gastado en seguridad, que contratan a través de una muy reconocida empresa privada.
A pesar de esto la cuenta corriente del matrimonio no ha corrido excesivo peligro. Se calcula que tienen unos 40 millones de dólares, algo que proviene en su mayor parte de Harry, aunque es probable que Meghan aportara una cifra cercana a los 5 millones y medio de dólares debido a su trabajo en televisión.
El resto, la parte del nieto de Isabel II, proviene de tres fuentes: la primera es la asignación anual que ha ido cobrando Harry desde que se convirtió en miembro activo de la familia real; la segunda es la herencia que dejó su bisabuela, la reina Madre, al fallecer, y que ascendería a unos 19,5 millones de dólares a repartir con su hermano, el príncipe William, aunque es probable que este hubiese dejado la mayor parte a Harry dado que él recibirá en su momento los beneficios económicos de ser rey; y la tercera parte es la herencia de Diana de Gales.
Lady Di dejó, según se ha ido publicando, unos 14 millones de dólares en un fideicomiso hasta que sus hijos cumplieran los 30 años de edad, por lo que el príncipe pudo haber accedido a él hace 6 años. Todo ello sumaría los 40 millones de dólares, si bien es cierto que Meghan y Harry lo han considerado insuficientes y de ahí sus contratos millonarios con Netflix y Spotify.
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