Joe Biden llegó al G7 de Italia con la premisa de acordar un crédito extraordinario de 50 mil millones de dólares destinado a reconstruir Ucrania, tras dos años de guerra asimétrica con Rusia. Biden no tiene el apoyo total de sus socios europeos, que exhiben ciertos reparos legales ante una iniciativa que puede transformarse en una trampa política, si finalmente Donald Trump vence en las elecciones de Estados Unidos.
Sobre el G7
El G7 reúne a las democracias más desarrolladas del mundo (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido), y en esta ocasión deliberará en la ciudad italiana de Apulia. La premier Georgia Meloni invitó al Papa Francisco, a los presidentes Javier Milei (Argentina) y Lula da Silva (Brasil), y al líder ucraniano Volodimir Zelensky.
La cumbre del G7 inicia este jueves 13 de junio de 2024 y se extenderá hasta el sábado. Su agenda de trabajo incluye la ayuda extraordinaria a Ucrania, el conflicto en Medio Oriente, la guerra comercial entre Occidente y China, y el impacto de la Inteligencia Artificial.
Se trata de una cita global que exhibe un tono de final de época. Puede ocurrir que en la próxima edición -prevista en Canadá- protagonistas como Biden, Emmanuel Macron (Francia) y Rishi Sunak -primer ministro británico- ya no sean de la partida. Enfrentan complejas elecciones durante este año, y no tienen la victoria asegurada.