En caso de una crisis cardíaca en un espacio público, las mujeres tienen menos probabilidad de recibir un masaje cardíaco de un testigo que los hombres, lo que provoca un mayor porcentaje de decesos entre las afectadas, según una investigación.
La reanimación cardiopulmonar combina la respiración boca a boca con compresiones torácicas para bombear la sangre hacia el cerebro en las personas cuyo corazón ha dejado de latir hasta la llegada de los equipos médicos.
En el marco de una investigación todavía no revisada por otros profesionales, que será presentada en una conferencia en España, médicos canadienses analizaron el tratamiento a casi 40.000 pacientes llegados al hospital con paros cardíacos en Estados Unidos y Canadá.
En total, un 54% de los pacientes recibieron un masaje cardíaco de un testigo, según la investigación.
Pero en los paros cardíacos ocurridos en un lugar público, como la calle, solo un 61% de mujeres recibieron un masaje, contra un 68% de los hombres.
Los investigadores teorizan dos posibles causas de esta diferencia: una es que los testigos tienen vergüenza de tocar el pecho de una mujer sin consentimiento.
Otra que la población no reconoce a las mujeres víctimas de un ataque cardíaco, dado que suele vincularse erróneamente estos incidentes solo a la población masculina.
Los paros cardíacos son una de las principales causas de mortalidad en el mundo. Solo un 10% de las personas que lo sufren fuera de un hospital sobreviven, señalaron los investigadores.