El abies guatemalensis o Pinabete es una especie de conífera endémica de los bosques de Guatemala. Es decir propio de la región, su nombre científico enfatiza sus origenes del peculiar y emblemático “árbol navideño”, que es del gusto de muchos guatemaltecos por su particular aroma.
Precisamente en el marco de estas festividades de fin de año, muchas personas optan por comercializar de manera ilegal la ramilla del pinabete con áboles armados. Sin embargo aunque esto le resulte mas atractivo, es importante que tome en consideración que la tala inmoderada de estos bosques, pone en peligro de extinción la especie y podría enfrentar hasta la cárcel.
El Instituto Nacional de Bosques (INAB) recomienda adquirir guirnaldas y árboles de plantaciones autorizadas por la institución.
Sergio Osorio, encargado del pinabete por parte del Inab explica que actualmente hay 757 plantaciones de este árbol, que representan 323 hectáreas distribuidas entre Chimaltenango, Quetzaltenango, Sacatepéquez, Huehuetenango, Totonicapán, Sololá, San Marcos, Quiché, Jalapa, San José Pinula y Guatemala.
También puede adquirir los productos que se ofrecen en ventas autorizadas con el marchamo correspondiente. Una de las formas para identificarlos es el característico marchamo blanco, en que aparecen las siglas del INAB y el Consejo Nacional de Áreas Protegidas (Conap), más el número de registro que garantiza su origen lícito.
Autoridades implementan controles
Para evitar la comercialización y tráfico de hojas de pinabete, la Policia Nacional Civil (PNC) por medio de la División de Protección a la Naturaleza (Diprona) implementa su plan centinela que ya dio sus primeros resultados tras realizarse varias incautaciones en el departamento de Jalapa.
Le puede interesar: Dejan abandonadas 922 ramillas de pinabete para evitar ser capturados
La Ley de Áreas Protegidas, en sus artículos 81 y 82 establece prisión de cinco a 10 años y multas que podrían alcanzar los 20 mil quetzales, para las personas que sean detenidas con ramillas de pinabete.
Es importante que tome sus precauciones, ya que diferentes operativos serán puestos en marcha por Diprona.
Erick Alvarado, técnico forestal del Conap, afirmó que otro motivo para adquirir los árboles con marchamo, es que al cortarlos no significa que éste muera, pues se han desarrollado técnicas para que ese tronco vuelva a producir ramillas que garanticen la supervivencia de la especie.
Lo que si causa un daño es que la compra de los árboles armados con ramillas “quita la posibilidad de la reproducción, pues es en esta época que el pinabete produce sus semillas para reproducirse y el corte ilegal rompe con este ciclo de vida”, enfatizó Alvarado.