Ante la prolongada sequía en gran parte de Sudamérica, gigantes como Google y Amazon rediseñan sus centros de datos en la región para que consuman menos agua, un cambio que los ambientalistas celebran como una victoria para el planeta.
Las plantas donde los gigantes tecnológicos almacenan volúmenes y volúmenes de información necesitan sistemas de refrigeración que gastan gran cantidad de agua.
En Cerrillos, en el sureste de Santiago, Google planea construir en los próximos años su mayor centro de datos de América Latina, que inicialmente tenía una inversión de 200 millones de dólares.
En un principio, el proyecto preveía un sistema de enfriamiento que consumía 7.000 millones litros de agua al año, la misma cantidad que consumen en igual lapso los 80.000 habitantes del municipio capitalino donde se construirán las instalaciones.
Los equipos de enfriamiento representan alrededor del 40% de la estructura de los centros de datos.
“Son billones de transistores en un circuito, en procesamientos en alta frecuencia. Eso genera mucho calor”, por lo que “hay que mantener esos circuitos refrigerados porque si no se funden”, explica Eduardo Vera, coordinador del Centro de Modelamiento Matemático de la Universidad de Chile.
Sin embargo, ante la histórica sequía que castiga a Santiago, Google se vio obligado a modificar sus planes presionado por el fallo de un tribunal ambiental que frenó el proyecto en enero.
En septiembre, el gigante informático anunció que la planta “usará tecnología de enfriamiento con aire”, más costoso pero que reducirá el uso del agua.
Los ambientalistas, que desde un comienzo se opusieron a la megaobra, interpretaron el anuncio como una victoria.
“Se enfrentaron a nosotros, (…) pero finalmente cambiaron el sistema de refrigeración y marcamos un precedente”, dice a la AFP Tania Rodríguez, del Movimiento Socioambiental Comunitario por el Agua y el Territorio.
Desde 2015, Google opera un centro de datos en el norte de Santiago que consume 50 litros de agua por segundo, unos 1.000 millones de litros al año, equivalentes a 285 piscinas olímpicas.
Cambios en Uruguay
En 2023, también producto de la sequía, Uruguay enfrentó problemas de abastecimiento de agua potable en Montevideo.
Cuatro años antes, Google había anunciado la construcción de un centro de datos que preveía el uso de unos 2.700 millones de litros de agua al año. Pero como en Chile, el proyecto será modificado.
“Nosotros presentamos como un logro el hecho de haberles hecho cambiar el sistema de refrigeración por uno basado principalmente en aire”, asegura a la AFP Raúl Viñas, del Movimiento por un Uruguay Sustentable (Movus).
En un mensaje enviado a la AFP, la firma estadounidense afirma que en todos los países está adoptando “un enfoque consciente con el clima” para refrigerar sus instalaciones y así “minimizar el impacto climático y utilizar los recursos naturales de manera responsable”.
“Aplicamos un marco de riesgo hídrico basado en datos para decidir cómo enfriar cada centro de datos en función del entorno local, las condiciones hídricas y la disponibilidad de energía libre de carbono”, agrega.
En la misma línea, Amazon Web Services (AWS), con dos proyectos de centros de datos en Santiago, busca que sus plantas del mundo sean “agua positivos para 2030”.
Esto “significa que devolveremos más agua a las comunidades en las que operamos”, destaca a la AFP Will Hewes, responsable de sostenibilidad del agua de la empresa.
“Estamos mejorando continuamente la eficiencia, utilizando servicios avanzados en la nube (…) para analizar el uso del agua en tiempo real, identificar y solucionar fugas y obtener otras eficiencias”, detalla.
Expansión
Chile presentó en junio un plan para sumar 28 centros de datos a los 22 que ya operan el país.
“Tenemos probablemente de las mejores conectividades de Internet que existen en el mundo, con acceso a banda ancha a nivel nacional”, destaca a la AFP la ministra chilena de Ciencia y Tecnología, Aisén Etcheverry.
Además, contamos con “una red de interconexión hacia las distintas regiones del mundo (…)que nos permite llegar de manera directa prácticamente a todos lados”, afirma.
El gobierno asegura que las nuevas plantas para el almacenamiento de datos – que están en proceso de aprobación – van de la mano con la conservación del agua.
En los “los nuevos proyectos el consumo hídrico es prácticamente cero, precisamente a raíz de la escasez y de los conflictos sociales que han generado”, sostiene Etcheverry.
“La industria a nivel global se ha actualizado en esta materia”, celebra la ministra.
Con información de la agencia de noticias: AFP