La Policía de Nicaragua arremetió este sábado contra opositores y periodistas con el fin de frustar la marcha por la liberación de los presos políticos. Horas antes los uniformados se dedicaron a “cazar” con violencia a manifestantes que exigían la liberación de los presos políticos del gobierno de Daniel Ortega.
Ciudadanos, periodistas e incluso un sacerdote sufrieron la violencia desatada por agentes de la policía orteguista contra la manifestación pacífica. Esto pese a que el Gobierno ha expresado un supuesto interés por encontrar una salida a la crisis a través del diálogo.
En un comunicado oficial, la Policía aseguró que los detenidos de este sábado eran 107 y que “se vio en la obligación” de realizar las capturas “en resguardo de la seguridad y los derechos de la ciudadanía”. Sin embargo, la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB) aseguró que los ciudadanos arrestados fueron los 164.
Antecedente
La Policía Nacional negó el permiso para la manifestación este viernes, tal cual lo ha venido haciendo desde septiembre de 2018, cuando ilegalizó las protestas ciudadanas para neutralizar el descontento popular contra el gobierno de Daniel Ortega originado hace once meses, fecha en la que inició la aguda crisis sociopolítica.
Sin embargo, la UNAB y otros sectores sociales desafiaron la orden policial y se volcaron a las calles. Los ciudadanos salieron a marchar animados por la excarcelación de 50 presos políticos este viernes para quienes reclamaron en la calle libertad absoluta.
El gobierno de Ortega aceptó excarcelar a 50 reos de conciencia bajo el paraguas de la negociación sostenida con la Alianza Cívica. Sin embargo, los opositores reclamaron que la excarcelación de medio centenar de presos políticos “era una burla” tomando en cuenta que son más de 760 personas las detenidas desde abril de 2018.
Con esa bandera, la UNAB, la Alianza Cívica y decena de ciudadanos salieron a manifestarse. Pero poco tiempo después, las tropas de la Dirección de Operaciones Especiales y antimotines de la policía del gobierno arremetieron de forma frontal.
La policía también mantuvo a 66 personas rodeadas en una tienda de conveniencia en una gasolinera cercana al sitio donde se originaron los disturbios. En los centros comerciales Metrocentro y Plaza Centroamérica había centenas de personas cercadas, quienes pidieron a la iglesia católica mediación para poder salir.
Una hora después de iniciada la represión, medios de comunicación y ciudadanos reportaron que los antimotines comenzaron a abrir fuego contra ellos, algo que ya ha sucedido durante las protestas ciudadanas de 2018, cuyo saldo fatal hasta la fecha es de 325 muertos, de acuerdo al recuento de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Tanto la CIDH como el Alto Comisionado para los Derechos Humanos de Naciones Unidas (OACNUDH) condenaron la represión en Managua. “El Estado debe cesar ataque a periodistas y manifestantes que se expresaban hoy pacíficamente por la liberación de presos políticos, y debe dar información sobre detenidos y heridos”, expresó el organismo interamericano.
El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), cuya directora, la veterana abogada Vilma Núñez de Escorcia fue cercada por la policía esta tarde, condenó el “despliegue policial fuertemente armado” que “violentó el artículo 54 de la Constitución Política” que establece el derecho de concentración y manifestación pacifica.
Desde septiembre de 2018, Nicaragua no veía estas escenas de protestas reprimidas con nivel tal de fuerza. La policía realizaba redadas selectivas, pero este sábado la ciudadanía volvió a las calles y también regresó la represión de los antimotines a plena luz del día.