La líder opositora venezolana María Corina Machado dijo este jueves 1 de agosto de 2024, que pasó a la “clandestinidad” en Venezuela al temer por su vida, cuando arrecian las amenazas de cárcel en su contra tras sus denuncias de fraude en la reelección del presidente Nicolás Maduro.
Machado reivindica un triunfo arrasador de su candidato, el diplomático Edmundo González Urrutia, y asegura tener las pruebas para demostrar lo que considera “un robo”. Los dos aparecieron en público por última vez el martes en una concentración en Caracas junto a miles de personas.
“Escribo esto desde la clandestinidad, temiendo por mi vida, por mi libertad”, expresó Machado en un artículo de opinión en The Wall Street Journal.
Una fuente opositora dijo a la AFP que Machado “está en resguardo”.
Líder Venezolana Machado
Machado publicó horas después un video en el que convocó a protestas en “todas las ciudades” del país para el sábado 3 de agosto de 2024.
“Hay que mantenernos firmes, organizados y movilizados”, dijo sin precisar si participará. “El mundo va a ver la fuerza y la determinación de una sociedad decidida a vivir en libertad”.
Convocatoria a candidatos
La autoridad electoral, que proclamó reelecto a Maduro con 51 por ciento de los votos frente a 44 por ciento de González Urrutia, no ha publicado resultados detallados de los comicios.
A la vez crece la presión internacional por un escrutinio transparente.
Machado lanzó un sitio web con copias de actas de votación que asegura prueban la victoria opositora, pero el chavismo lo tachó de “montaje”.
La corte suprema convocó a Maduro, González Urrutia y a los otros ocho candidatos minoritarios en los comicios a comparecer el viernes en la tarde, para iniciar una “investigación” al aceptar un recurso presentado por el gobernante socialista para que “certifique” los resultados.
Temor a delaciones
Caracas ha retomado a medias su normalidad. Los comercios comienzan a abrir y el transporte público a funcionar después de días de mucha zozobra por las protestas que convirtieron a la capital en una suerte de pueblo fantasma.
“La vida se está normalizando, ya hay bastante gente en la calle”, indicó a la AFP Reinaldo García, de 55 años, en la gigantesca barriada de Petare.
Sin embargo, el ambiente en general es de temor. En un edificio de un barrio de clase media, los vecinos se hacen señas para callar cuando el tema de las elecciones surge: temen ser delatados y arrestados.
Maduro ordenó un despliegue de seguridad para evitar “un golpe de Estado”. Incluso habilitó una sección dentro de una aplicación de programas sociales para denunciar a “delincuentes fascistas” para “irlos a buscar”.