En tanto, las fuerzas de Moscú mantuvieron su ofensiva contra los defensores atrincherados en la siderúrgica de Mariúpol, en una aparente carrera por capturar la ciudad antes del feriado ruso del Día de la Victoria.
El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, dijo que quedó “conmocionado” por los reportes del ataque del sábado contra una escuela de la localidad de Bilohorivka, en el este de Ucrania, diciendo que es un recordatorio de que “son los civiles los que pagan el precio más alto” en la guerra.
Unas 90 personas se resguardaban en el sótano, señalaron las autoridades. Cuadrillas de emergencia encontraron dos cuerpos y rescataron a 30 personas, pero “lo más probable es que las 60 que siguen bajo los escombros ya estén muertas”, dijo Serhiy Haidai, gobernador de la provincia de Luhansk, en un mensaje publicado en Telegram.
Ataques de artillería rusa también cobraron la vida de dos niños, de 11 y 14 años, en la localidad de Pryvillia, a poca distancia de la escuela. Luhansk forma parte del Donbás, la región industrial del este de Ucrania que las fuerzas rusas intentan capturar.
En un momento en que Moscú se alista a celebrar el lunes el triunfo sobre la Alemania nazi en 1945 con un desfile militar por el Día de la Victoria, una serie de gobernantes y celebridades de Occidente realizaron visitas sorpresa a Ucrania en una muestra de apoyo.
La primera dama de Estados Unidos, Jill Biden, se reunió con su contraparte ucraniana Olena Zelenska. El primer ministro canadiense Justin Trudeau izó la bandera de su país en su embajada en Kiev. Y Bono y The Edge de la banda U2 se presentaron en una estación del metro de la capital ucraniana que ha sido utilizada como refugio antibombas, interpretando el éxito de la década de 1960 “Stand By Me”.
La embajadora interina de Estados Unidos ante Ucrania, Kristina Kvien, publicó una imagen suya en la embajada estadounidense, y anunció planes para un eventual regreso de la misión de ese país a la capital ucraniana, después de que las fuerzas de Moscú dejaron de lado sus intentos por tomar Kiev hace algunas semanas y se enfocaron en la captura del Donbás.
El presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy, entre otros, advirtió en días recientes que los ataques rusos se recrudecerían antes del Día de la Victoria, y algunas ciudades declararon toques de queda y recomendaron a la población no reunirse en lugares públicos. Se cree que el mandatario ruso Vladimir Putin quiere proclamar algún triunfo en Ucrania durante su discurso a las tropas en la Plaza Roja.
“No tienen nada que celebrar mañana”, aseguró Linda Thomas-Greenfield, embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, en declaraciones a CNN. “No han tenido éxito en vencer a los ucranianos. No han tenido éxito en dividir al mundo ni en dividir a la OTAN. Y en lo único en lo que han tenido éxito es en aislarse internacionalmente y convertirse en un Estado paria en todo el mundo”.
Las tropas rusas pasaban dificultades para completar la captura de Mariúpol, una ciudad que ha quedado reducida a escombros. El enorme complejo acerero a orillas del mar en el que unos 2.000 soldados ucranianos siguen resistiendo es la única parte de la ciudad que no está bajo control ruso.
Las últimas mujeres, niños y ancianos que se habían refugiado junto a los combatientes en la planta de Azovstal fueron evacuados el sábado. Autobuses con más de 170 evacuados de la siderúrgica y de otras partes de Mariúpol llegaron el domingo a la ciudad de Zaporiyia, controlada por Ucrania, según funcionarios de la ONU.
Los defensores ucranianos dentro de la planta metalúrgica han rechazado en varias ocasiones los plazos establecidos por Rusia para que depongan las armas.
El capitán Sviatoslav Palamar, subcomandante del Regimiento de Azov —una unidad ucraniana que defiende la siderúrgica_, dijo que durante la noche se registraron ataques aéreos, de artillería y de tanques contra el complejo.
“Estamos bajo constantes ataques de artillería”, dijo en un mensaje publicado en internet, y añadió que las fuerzas rusas intentaron ingresar por tierra a la planta — afirmación que las autoridades rusas han rechazado en los últimos días — y colocar minas. Palamar reportó una “multitud de bajas”.
El teniente Illya Samoilenko, otro integrante del Regimiento de Azov, indicó que había unos doscientos soldados heridos dentro de la siderúrgica, pero se negó a revelar cuántos elementos están en condiciones de combatir. Dijo que los soldados carecían de equipo de primeros auxilios y tuvieron que excavar a mano para liberar a compañeros de los búnkers que se desplomaron a causa de los ataques.
“Para nosotros la rendición es inaceptable porque no podemos darle un regalo así al enemigo”, declaró Samoilenko.
El gobierno ucraniano ha contactado a organismos internacionales con el fin de intentar garantizar una salida segura para los defensores.
En el frente económico, los gobiernos del Grupo de los Siete se comprometieron a prohibir o eliminar gradualmente las importaciones de petróleo ruso. El G-7 está integrado por Estados Unidos, Canadá, Gran Bretaña, Alemania, Francia, Italia y Japón.
Washington también anunció nuevas sanciones contra Moscú, eliminando la publicidad occidental de sus tres principales cadenas de televisión, prohibiéndoles a las empresas de contabilidad y asesoría estadounidenses brindar servicios en Rusia, y privando al sector industrial ruso de productos madereros, motores industriales, calentadores de agua y bulldozers.
Trudeau se reunió con Zelenskyy y realizó una visita sorpresa a Irpín, localidad que resultó dañada durante el intento de Rusia por tomar Kiev. El mandatario ucraniano también sostuvo un encuentro con la presidenta del Parlamento alemán, Bärbel Bas, con el fin de conversar sobre asistencia de defensa adicional.
Jill Biden visitó el oeste de Ucrania para una reunión sorpresa con la esposa de Zelenskyy por motivo del Día de las Madres
Zelenskyy difundió un discurso en video para conmemorar la victoria de los Aliados en Europa hace 77 años, trazando comparaciones entre la invasión rusa a Ucrania y los males del nazismo. El video en blanco y negro mostraba al mandatario de pie frente a un edificio residencial en ruinas en Borodyanka, un suburbio de Kiev.
Zelenskyy dijo que generaciones de ucranianos entendían el significado de las palabras “nunca más”, una frase que se usa a menudo como promesa para no permitir que se repitan los horrores del Holocausto.