Tres goles en sus primeras dos presentaciones en el Inter Miami, ambas exhibiciones saldadas con victorias y una clasificación por la vía rápida: Lionel Messi le ha dado la vuelta al peor equipo de la MLS que se atreve ya a soñar con títulos.
El astro argentino ha tardado menos de lo esperado en trasladar al campo el gigantesco impacto mediático de su llegada al fútbol norteamericano.
A sus 36 años, el capitán albiceleste apenas necesitó una semana de entrenamientos para tomar por asalto la Leagues Cup, el torneo que reúne durante un mes a los 47 equipos de la MLS (Estados Unidos y Canadá) y la liga mexicana.
El debut
En su debut el viernes ante Cruz Azul en la fase de grupos, Messi dio la victoria al Inter con un espectacular gol de falta en el descuento tras entrar desde el banco en el minuto 54.
El martes, como titular ante Atlanta United, le llevó solo 22 minutos anotar los dos primeros tantos de la goleada 4-0 y después dio la asistencia del cuarto.
Fueron tres dianas en sus primeros 58 minutos con el uniforme rosa de la franquicia de la MLS, un registro que le llevó 741 minutos conseguir cuando debutó con el FC Barcelona y otros 444 en sus primeros juegos con el Paris Saint-Germain.
Estas dos victorias aseguraron el primer lugar del Inter en el Grupo Sur 3 de la Leagues Cup.
A partir del 2 de agosto, la franquicia copropiedad de David Beckham arrancará las eliminatorias a partido único con un duelo en los dieciseisavos de final ante Houston Dynamo, Orlando City o Santos Laguna.
Compañeros potenciados
La llegada de Messi, unida a la del mediocampista español Sergio Busquets, su viejo socio en el Barcelona, ha revivido a un equipo que ocupa la última posición de esta temporada de la MLS y sumaba 11 partidos sin ganar.
El Inter, aunque había reclutado en el pasado otros grandes nombres como Gonzalo Higuaín o Blaise Matuidi, tiene unos registros muy pobres en sus cuatro años de vida en la MLS.
El equipo de la Florida, que apenas ha clasificado una vez a playoffs, nunca había ganado un partido por cuatro goles de diferencia hasta el martes.
Beckham y los otros dueños del club, los hermanos de origen cubano Jorge y José Mas, lo apostaron todo a la ambiciosa meta de seducir a Messi para mudarse a Miami, en un paciente trabajo de cuatro años.
Como los propietarios intuían, la irrupción del ’10’ argentino no solo está atrayendo a otras figuras como Busquets y el también fichado Jordi Alba, sino que ha liberado de presión a sus compañeros para que puedan dar su mejor versión.