La crisis migratoria trae consecuencias graves para la sociedad y para la salud de las personas. Un reciente documento de la Organización Panamericana de la Salud, publicó que los migrantes podrían estar en mayor riesgo de desarrollar o empeorar enfermedades no transmisibles a lo largo de su trayecto, además de presentar desórdenes de salud mental y abuso de sustancias.
Durante octubre de 2018, se estima que 7000 migrantes han llegado a México desde Centroamérica en su trayecto a los Estados Unidos de América.
Los desplazamientos repentinos de personas, y en gran escala, dentro de un corto período de tiempo ha suscitado interrogantes profundas sobre la capacidad de resiliencia y de adaptación de los sistemas de salud en la Región, según OPS.
Los países de las Américas han demostrado una solidaridad a nivel regional en la prestación de apoyo para los migrantes en los últimos años, sin embargo, la alta demanda de servicios de salud y protecciones para la salud pública, para promover la salud y prevenir enfermedades debido a desplazamientos de personas a gran escala.
Enfermedades que puede adquirir un migrante
En la investigación se determina que las poblaciones migrantes podrían estar en mayor riesgo de desarrollar o empeorar enfermedades no transmisibles a lo largo de su trayecto, además de presentar desórdenes de salud mental y abuso de sustancias.
A falta de medicamento y de atención médica en un largo trayecto, las personas pueden contraer enfermedades transmisibles, incluidas infecciones de transmisión sexual, como el VIH; al ser víctimas de violencia sexual y de género, abuso y trata de personas; debido a la falta de un refugio adecuado, saneamiento, y agua potable; al experimentar problemas de nutrición e inseguridad alimentaria; y al experimentar lesiones y enfermedades ocupacionales.
Estos riesgos se agudizan debido a las barreras de acceso a la salud durante el tránsito, en los países de destino y de origen o retorno. Entre las barreras están las diferencias culturales y de idioma, los altos costos, la discriminación y la falta de capacidad de afiliación a los planes de financiamiento locales.
A menudo, las mujeres, adolescentes, niños y personas con discapacidades son las más vulnerables en este tipo de situaciones. A veces, el estatus de nacionalidad o legal podría usarse como criterio para decidir quién tiene derecho a conseguir acceso a servicios de atención médica.
Inversión en países
Los países están haciendo grandes inversiones en el desarrollo de capacidades mediante acciones multisectoriales a niveles nacionales y locales. A medida que los países continúen con estos esfuerzos, seguirá siendo prioridad movilizar recursos y garantizar su uso más efectivo.
En Guatemala por ejemplo, se están coordinando y adaptando sus respuestas a nivel nacional para garantizar el derecho de los migrantes a la salud, dentro de las limitaciones de sus capacidades y recursos disponibles.
Cuando llegó la primer caravana, el Ministerio de Salud, Bomberos Voluntarios y Cruz Roja instaló moviles para la atención de los migrantes.
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Sin embargo, los países reconocen que la migración es una realidad multidimensional que no puede abordarse de manera aislada y requiere una colaboración multisectorial en los niveles nacionales y locales que se combine con intervenciones regionales o multipaís.