De 3 mil 300 migrantes procedentes del Triángulo Norte de Centroamérica que se detuvieron en mayo en la frontera con Estados Unidos se ha pasado a 450 en la actualidad, celebró este jueves el secretario de Seguridad Nacional de aquel país, Kevin McAleenan.
En reunión con el ministro de Gobernación, Enrique Degenhart, y sus homólogos Julián Pacheco, de Honduras, y Rogelio Rivas, de El Salvador, el funcionario norteamericano indicó que la migración ilegal en esta región ha registrado un 86 por ciento de disminución.
Hemos visto un éxito notable y seguimos trabajando en una serie de iniciativas para avanzar en este progreso”, expresó el funcionario norteamericano, durante una junta que se celebró en la nación cuscatleca.
El cónclave fue calificado como “productivo” por McAleenan, quien destacó también la suscripción de dos nuevos convenios de cooperación, los cuales permitirán a estos países intercambiar información y fortalecer la seguridad fronteriza.
“Este grupo ha forjado acuerdos históricos de cooperación, que ha resultado en la ruptura de pandillas y la prohibición de criminales que contribuyen al crimen y la violencia en la región”, expresó, y resaltó que el gobierno de EE. UU. está comprometido a apoyar económicamente los esfuerzos para disminuir la violencia en el área.
“Gracias a mis homólogos de Guatemala, Honduras y El Salvador por su compromiso de abordar los factores que alientan la migración irregular en la región”, escribió McAleenan en su cuenta de Twitter.
Desde La Casa Blanca
De forma casi paralela a esta reunión, se celebró otra junta en Washington, D.C., donde el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steve Mnuchin, recibió a los ministros de Finanzas de Guatemala, México, Honduras y El Salvador.
El tema principal fue el desarrollo una estrategia de crecimiento económico para detener la migración ilegal.
La sesión fue anunciada el pasado martes por Mauricio Claver Carone, asesor del presidente estadounidense, Donald Trump.
En aquella oportunidad, se indicó que el gobierno de la nación norteamericana buscaría apoyar a los países del Triángulo Norte a generar mayor inversión, creación de empleos, acceso a energía asequible e incremento del ingreso medio real de su población.
Si buscamos el crecimiento económico y el talento humano se mantiene en esos países, estamos muy seguros de que todos podrán mantenerse en sus núcleos familiares”, dijo ese día Claver-Carone.