Guatemala, debe pensar en la población que está siendo deportada y que retorna con enfermedades o que ha dado sus mejores años de vida laboral en territorio estadounidense, indican representantes de Naciones Unidas.
El bono demográfico, se refiere a la población en edad de trabajar, principalmente compuesta por jóvenes. En el caso de Guatemala, un buen número sigue migrando a Estados Unidos.
Sin embargo, al retornar a suelo nacional, algunos presentan enfermedades producto del arduo trabajo, desgaste por la edad o bien traen capacidades que no son aprovechadas.
El primer tema es como generamos un modelo de desarrollo incluyente, inclusivo que en realidad impida en que las personas tengan que ver como única alternativa y opción, el migrar ilegalmente a Estados Unidos.
Segundo hay un sistema de protección que hay que generar, y que se tendría que echar andar. Pasa desde poder contar con información, poder acompañar, tener una mejor idea de las potencialidades, capacidades, bolsas de empleo, el poder generar menos fricción en el mercado laboral.
Mucha de esa gente viene con gran experiencia, que debería de ser usada y capitalizada, lo que no existe en este caso son las condiciones y las situaciones. Incluso puede ser un segmento para poder desarrollar empresas e industrias dentro de Guatemala, y poder contar con personal que tiene capacitaciones específicas”, declaró Pablo Salazar-Canelos, representante de País de UNFPA Guatemala.
De acuerdo con el entrevistado, por ejemplo en las personas que trabajan en el mercado de construcción y que conocen de técnicas modernas y alternativas, puede tener capacidades específicas que pueden ser utilizadas. Probablemente podrían servir para poder hacer innovación en algunas técnicas de construcción y poder incorporarse en el mercado.
¿Qué es el Bono demográfico?
El bono demográfico hace referencia a una fase en la que el balance entre las edades de una determinada población genera una oportunidad para el desarrollo. Ocurre cuando cambia favorablemente la relación de dependencia entre la población en edad productiva (jóvenes y adultos) y aquella en edad dependiente (niños y personas mayores), con un mayor peso relativo de la primera en relación con la segunda.