La trágica cifra representa un ataque de la magnitud de los del 11 de septiembre cada día por 336 días. Equivale aproximadamente a la suma de todas las muertes sufridas por el país en la Guerra Civil y en la Segunda Guerra Mundial, o al exterminio completo de las poblaciones de Boston y Pittsburgh.
“Es difícil imaginarse un millón de personas desaparecidas de la Tierra”, comentó Jennifer Nuzzo, directora de un centro de estudios sobre la pandemia de la Escuela de Salud Pública de la Universidad Brown en Providence, Rhode Island.
“Esto es algo que sigue desarrollándose, y estamos permitiendo que siga desarrollándose”, añadió.
Entre los dolientes, hay quienes juran que jamás podrán volver a la normalidad. Escuchan mensajes dejados por sus seres queridas en las grabadoras de sus teléfonos, contemplan sus videos. Cuando alguien les dice que está harto de la pandemia, los miran con rencor y silencio.
“Normalidad. Cómo odio esa palabra. Los que perdimos a alguien jamás volveremos a la normalidad”, comenta Julie Wallace, una residente de Elyria, Ohio, de 55 años de edad, quien perdió a su marido al COVID-19 en el 2020.