Jennifer W, de 27 años está acusada de asesinato, crímenes de guerra y membresía en una organización terrorista. Podría ser sentenciada a cadena perpetua en caso de ser hallada culpable en el tribunal en Múnich.
En el sistema judicial alemán no hay una declaración preliminar del acusado, y el abogado de la mujer, dijo que ella no tenía declaración alguna con respecto a los cargos en su contra.
La madre de la menor será llamada como testigo, y es también codemandante.
La ONU ha calificado de genocidio la campaña armada del Estado Islámico contra las tierras ancestrales de los yazidi en el norte de Irak en 2014, afirmando que “los 400.000 yazidi han sido desplazados, capturados o asesinados”. De los miles capturados por el Estado Islámico, a los niños se les obligaba a combatir, los hombres eran fusilados si se negaban a convertirse al islam _y a veces fusilados aunque aceptaban_ y las mujeres y niñas eran vendidas como esclavas.
La acusada en el caso de Múnich, que abandonó la escuela tras completar el octavo grado, se crió protestante en Sajonia del Sur pero se convirtió al islam en 2013.
Según la fiscalía, en 2014 se fue a Irak, atravesando Turquía y Siria, para incorporarse al Estado Islámico.
En2015, como miembro de la “Patrulla Moral” de la milicia, vigilaba parques de Faluya y Mosul, armada con fusil y pistola y chaleco explosivo, a la caza de mujeres que nos estuvieran acatando el rígido código de conducta islámico, según el expediente.