“También se necesita aplicar otras medidas que pueden prevenir infecciones”, dijo la jefa de la célula técnica anticovid de la Organización Mundial de la Salud, María Van Kerkhove.
Uno de los países de la región que ha llevado de mejor manera el proceso de vacunación es Chile. Actualmente el país ha inoculado a más de 8,4 millones de personas con las dos dosis, lo que equivale al 44,4% de la población.
Sin embargo, también ha sido noticia en el resto del mundo por no poder bajar la curva de contagio, a pesar de la inoculación.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la vacunación contra el Covid-19 es solo “una parte de la solución” y tomó como ejemplo precisamente a Chile.
“Para Chile y para todos los países, deben tener en cuenta que las vacunas son una herramienta muy poderosa, pero que también se necesita aplicar otras medidas que pueden prevenir infecciones, reducir la propagación y que aquellos que se contagien no desarrollen una enfermedad grave y mueran”, dijo la jefa de la célula técnica anticovid de la OMS, María Van Kerkhove.
Van Kerkhove hizo un llamado a tener presente de que las vacunas no tienen efecto inmediato, sino que “tomará tiempo para que las vacunas tengan el impacto que todos esperamos”.
Misma postura de la científica en jefe de la OMS, Soumya Swaminathan, quien señaló que a veces se olvida que las vacunas despliegan toda su efectividad dos semanas después de la segunda dosis.
“Hay una tendencia normal entre la gente que ha sido vacunada a bajar la guardia, dejar de usar la mascarilla o de mantener la distancia con otros, así que esto es como una llamada de atención a los países donde la vacunación está muy avanzada, pero no han alcanzado el punto en el que la gente realmente se puede relajar”, comentó.
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