La esperanza de vida sana en la región “aumentó casi 10 años a 56 años en 2019, comparado con 46 años en el año 2000”, dijo la doctora Lindiwe Makubalo, directora regional adjunta de OMS África, en una conferencia online, citando el nuevo informe Estado de la Salud en África de la organización,
El aumento supera el promedio global, que fue de cinco años en el mismo período, dijo la doctora Makubalo. Lo atribuyó a la mejora de los servicios esenciales de salud, la salud reproductiva y materna y los servicios contra las enfermedades infecciosas.
A pesar de los progresos, “sin duda, tenemos mucho que hacer y aparentemente estamos para hacerlo juntos”, dijo la funcionaria, y destacó que la esperanza de vida en la región africana sigue siendo inferior al promedio global de 64 años.
“Si los países no fortalecen y realizan inversiones mayores en los sistemas de salud, además de aplicar aviones para ponerse a la altura, estos avances en la esperanza de vida se pueden perder fácilmente”, dijo. Advirtió que la pandemia de COVID-19, que utilizó “trastornos mayores” a los servicios básicos de salud en África que a los de otras regiones, también puede afectar los cálculos de esperanza de vida sana del continente.
Los sistemas de salud en todo el continente han debido responder no solo a la pandemia de COVID-19 sino también a brotes de viruela símica, cólera y fiebre de Lassa. Nigeria, el país más poblado del continente, debe combatir hasta cinco brotes simultáneos.
Para mejorar los sistemas de salud más allá de los niveles de prepandemia y alcanzar “servicios de calidad, igualitarios y accesibles para todos”, es necesario aumentar los presupuestos de salud pública, dijo la doctora Makubalo. Solo siete países de la región financian más de la mitad de su gasto anual de salud, agregó.