La batalla entre milicias rivales en la capital libia ha matado a más de 1.000 personas desde que comenzó en abril, dijo el martes Naciones Unidas, un sombrío cálculo en un conflicto sin salida fomentado por los poderes regionales.
Las fuerzas leales a Khalifa Hifter, un veterano del ejército, iniciaron una ofensiva en Trípoli a principios de abril, avanzando en las afueras sureñas de la ciudad y enfrentándose a una serie de milicianos afiliados vagamente con el gobierno reconocido por la ONU.
El supuesto Ejército Nacional Libio de Hifter es el más grande y mejor organizado de las muchas milicias del país y goza del apoyo de Egipto, los Emiratos Árabes Unidos y Rusia. Sin embargo, se ha enfrentado a fuerte resistencia de combatientes alineados con el gobierno reconocido por la ONU, que recibe apoyo de Turquía y Qatar.
Las líneas de batalla han cambiado poco desde que comenzó la ofensiva. Ambas partes están atrincheradas y baleándose en las afueras sureñas de la capital. Las milicias alineadas con el gobierno recientemente recapturaron Garian, un pueblo a unos 100 kilómetros al occidente de la ciudad que está en una importante ruta de abastecimiento.
Libia se hundió en el caos después del levantamiento de 2011 que derrocó y mató al dictador de mucho tiempo Moamar Gadafi. Grupos armados han proliferado y el país se ha convertido en un importante punto de tránsito entre migrantes que huyen de la guerra y la pobreza en África en busca de una mejor vida en Europa.