Dividida y arrasada por nueve años de guerra, Siria se presenta ante los mandatarios del mundo en las Naciones Unidas. Posteriormente lo harán miembros de los gobiernos de Cuba y México.
La suerte de Siria sigue siendo uno de los problemas de más difícil solución en el mundo. Pero ahora que la mayor parte del país está bajo control del gobierno, muchos sirios temen que el mundo haya aceptado la idea de que el presidente Bashar Assad los gobierna.
Solamente el baluarte opositor de Idlib en el noroeste, como el noreste rico en petróleo que está en poder de grupos kurdos respaldados por Estados Unidos, resisten la ofensiva de Assad.
Días atrás, el secretario general de la ONU anunció la creación de un comité encargado de redactar una nueva constitución para Siria. La ONU espera que esto encamine al país hacia una solución política.