Los migrantes fueron trasladados el martes, casi una semana después del ataque que causó más de 50 muertos, y se suspenderá su deportación a un tercer país, señaló ACNUR. Otros 55 migrantes, entre los que había mujeres y niños, estaban esperando a ser reubicados, agregó la agencia. A otros se les ofreció la liberación y ayuda de agencias de la ONU.
El ataque puso de manifiesto los peligros que enfrentan los miles de migrantes retenidos en centros próximos a las líneas del frente ante los últimos combates entre milicias rivales libias.