El máximo tribunal de Pakistán ratificó el martes la absolución de una mujer cristiana condenada a muerte por blasfemia, superando el último obstáculo legal para la liberación de Aasia Bibi, que puede abandonar el país. La decisión supone un revés para los islamistas radicales que reclamaban su ejecución.
Tras la histórica decisión, Bibi podrá reunirse con sus hijas, que huyeron a Canadá, donde se les concedió asilo.
El abogado de Bibi, Saiful Malook, quien regresó a Islamabad tras salir del país por amenazas de muerte, señaló que la decisión es una victoria de la Constitución y el estado de derecho paquistaníes. El panel de tres jueces de la Corte Suprema “insistió en pruebas muy estrictas de blasfemia” y no encontró ninguna, apuntó.
Asif Saeed Khan Khosa, el juez presidente del tribunal, que encabezó el comité, rechazó la demanda presentada por líderes religiosos radicales. Los extremistas habían solicitado la anulación de la absolución y el regreso de Bibi a prisión para su ejecución. En el fallo, el magistrado dijo que quienes acusaron a Bibi eran culpables de perjurio y que si el caso no hubiese sido tan delicado, deberían estar en prisión de por vida.
“La imagen del islam que está mostrando al mundo me da mucha pena y pesar”, señaló Khosa.
Bibi, que pasó ocho años en el corredor de la muerte y está bajo custodia en un lugar secreto desde su absolución en octubre, se mostró encantada con la noticia, de la que se enteró por televisión.
“Estoy realmente agradecida a todo el mundo. Ahora, después de nueve años, se confirma que soy libre e iré a abrazar a mis hijas”, señaló Bibi según fue citada por un amigo, que habló con The Associated Press bajo condición de anonimato por temor a su propia seguridad.
Tras el fallo de octubre, los partidos religiosos radicales tomaron las calles para protestar, pidiendo la muerte de los jueces que pronunciaron la sentencia y el derrocamiento del gobierno del primer ministro Imran Khan.