Un grupo de ingenieros de la NASA realizó un ensayo principal el martes pasado por primera vez controlando, desde casa, una sonda espacial que estaba sobrevolando un asteroide a más de 220 millones de kilómetros de la Tierra.
Se practicaron numerosas operaciones que el aparato llevará a cabo el próximo agosto, cuando tratará de tomar una muestra de material desde la superficie del objeto celeste.
El ensayo, que llevaba años preparándose, debía haberse realizado en un centro de control de misiones en Colorado, Estados Unidos.
“Fue un equipo reducido que estaba apoyando el evento en persona, en comparación con lo planeado inicialmente. Más de 3/4 del equipo lo hacía desde casa, monitoreándolo remotamente”, contó el gerente adjunto del proyecto en el Centro de Vuelo Espacial Goddard, Mike Moreau, a The Verge.
Moreau es parte de la misión OSIRIS-REx de la NASA, encargada de recoger una muestra del asteroide Bennu y traerla a la Tierra para someterla a estudio. La sonda para ese propósito fue lanzada en el 2016, mientras que este ensayo general había sido planeado hace más de una década. Lo que los investigadores no tomaron en cuenta en los preparativos fue la pandemia de covid-19, que desde diciembre pasado ha infectado a más de 2,5 millones de personas en todo el planeta.
Igual que millones de empleados a lo largo del mundo, los ingenieros de la NASA se están acostumbrando a trabajar desde casa. Todas las dependencias de la agencia han transferido a la plantilla al trabajo remoto, con algunas excepciones para los empleados esenciales. Igualmente, se monitorea desde hogares la operación del róver en suelo marciano Curiosity y de diversos satélites.
Pese a algunas dificultades técnicas, el nuevo ambiente laboral y el formato poco habitual de videoconferencias, que reemplazó la comunicación telefónica y personal entre ingenieros y científicos, el ensayo de OSIRIS-REx se llevó a cabo sin problemas. Los ingenieros quedaron entusiasmados con el resultado, aunque no sin tristeza por las circunstancias del autoaislamiento.
“Diría que fue agridulce en el sentido de que fue un gran día, todo fue conforme al plan. Pero no pudimos celebrarlo como un equipo”, comentó Dante Lauretta, investigador principal de OSIRIS-REx.
El científico espera que la reunión tenga lugar en agosto, cuando la sonda debe recoger la muestra.