El ministro de Turismo, Walid Nassar, no especificó la dolencia, pero sabe que el papa sufre un dolor agudo de rodilla que en gran medida ha reducido su movilidad en los últimos meses. Recientemente ha aparecido en público usando una silla de ruedas.
Nassar había dicho inicialmente a la agencia de noticias Al-Markazia que Líbano estaba esperando un comunicado oficial del Vaticano al respecto, atribuyendo cualquier aplazamiento estrictamente a razones de salud.
Había subrayado que el aplazamiento de la visita, si se da, no será por mucho tiempo y que los preparativos para la visita se llevan a cabo con normalidad.
Más tarde, dijo a la Agencia Nacional de Noticias oficial que el Líbano recibió una carta del Vaticano en que informa oficialmente sobre la decisión de posponer la visita programada, y agregó que se anunciará una nueva fecha para la visita “tan pronto se determine”.
La visita, prevista para mediados de junio, fue anunciada por la oficina del presidente libanés el mes pasado, pero nunca fue confirmada por el Vaticano. El papa Francisco ha rezado especialmente por el Líbano y ha dicho en repetidas ocasiones que planea visitar el pequeño país que lidia con un colapso económico sin precedentes que comenzó en octubre de 2019.
El viaje de Francisco sería la primera visita de un papa a la nación mediterránea desde 2012, cuando el Papa Benedicto XVI hizo una visita de tres días al Líbano.
Pese a los problemas de rodilla de Francisco, el Vaticano concedió su visita al Congo y Sudán del Sur para principios de julio, y el papa dijo que espera visitar Canadá más tarde ese mes.