Países miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y funcionarios de Rusia se reunieron este viernes con el objetivo de salvar el Tratado de Eliminación de Misiles de Corto y Medio Alcance (INF, según sus siglas en inglés).
A culminar el encuentro, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, aseguró en un comunicado que no vio intenciones en Rusia de “volver a cumplir con el tratado INF”.
Por su parte, Moscú rebatió estas declaraciones señalando que “no tienen fundamentos los intentos de endosar a Rusia la responsabilidad por la ruptura del Tratado INF”.
Explicó que “a la hora de planificar las medidas para garantizar los intereses de seguridad militar de Rusia en el contexto de la salida de Estados Unidos (EE.UU.) del Tratado INF, Moscú no desplegará armamento de ese tipo en Europa y otras regiones si no lo hace Washington”.
El INF vio su ruptura el pasado 2 de febrero cuando Estados Unidos decidió suspender sus obligaciones con el tratado suscrito en 1987 por alegar que Rusia viola el acuerdo.
Luego de las acciones de Washington, Moscú procedió a suspender sus obligaciones con el tratado bajo la ley federal N° 156-FZ. Rusia señala que no desea implicarse en una carrera armamentista, y que mantendrá su propuesta de desarme a la espera que Washington esté dispuesto a entablar conversaciones al respecto.