El pasado viernes las autoridades ejecutaron una orden de captura en la colonia San Alberto, departamento de Chiquimula, en contra del guatemalteco Franklin Enrique Sarceño Orla de 34 años de edad, sindicado sindicado de los delitos de secuestro, violación, agresión sexual, robo y delitos relacionados.
De acuerdo con información divulgada por medios estadounidenses, el guatemalteco retornó a Guatemala, para huir de la justicia estadounidense en donde lo acusan de abusar sexualmente de sus clientes cuando se desempeñaba como barbero en su residencia en Mountain View, en el condado de Santa Clara, California.
El hombre es requerido por la corte superior de California al ser sospechoso de 55 crímenes.
Lo consideran un depredador sexual
Desde el 21 de noviembre de 2024, las autoridades lo buscan, considerándolo como un depredador sexual de hombres en serie, luego de constatar que el sospechoso grabó a 20 hombres que estaban intoxicados mientras abusaba de ellos.
Aunque los medios de comunicación del país norteamericano reportaban su desaparición, nunca dieron a conocer su lugar de origen, solo lo identificaban como un barbero latino, sin embargo la Corte Superior de California solicitó su captura internacional, enfocada en su país de origen y fue así como el pasado 28 de enero la orden de arresto fue emitida por un juzgado de Guatemala, logrando la aprehensión días después en la cabecera departamental de Chiquimula.
Aunque en un incio las autoridades estadounidenses dieron a conocer que el barbero había abusado sexualmente de dos hombres tras las investigación se evidenció que habían sido más de 50 los abusados.
Las aut tamb revelaron que el modus operandi el cual consistía en ofrecerles bebidas a sus clientes para adormecerlos y luego abusaba de ellos aprovechando su estado inconsciente.
Estaría contagiado con VIH
Por su parte, el fiscal del condado de Santa Clara Byron Zuárez reveló que el acusado presuntamente sabía que estaba contagiado de VIH ya que los agentes encontraron medicamentos para tratar la enfermedad en su apartamento, identificado con el numeral 164 de la ciudad de Mountain View.
Esta situación complica más el caso para el barbero guatemalteco ya que de confirmarse el contagio tendría consecuencias más duras, ya que la ley es más rígida para alguien que comete un delito sexual sabiendo que es portadora de VIH.