El presidente peruano, Martín Vizcarra, disolvió este lunes el Congreso de ese país, luego de un prolongado enfrentamiento con la oposición, en lo que constituye el choque más profundo entre dos poderes del Estado.
Se trata de un suceso que no ocurría desde hace más de 27 años.
En un mensaje a la nación desde el Palacio Presidencial, Vizcarra dijo que se le denegó de forma fáctica un voto de confianza que solicitó y por ello “decidí disolver el Congreso y llamar a elecciones de congresistas de la República”.
El Congreso respondió de forma inmediata y presentó en una sesión legislativa un pedido de vacancia presidencial, es decir la destitución del mandatario.
La base legal
Según la Constitución de aquel país, un presidente puede cerrar el Congreso y convocar a elecciones para elegir a sus nuevos integrantes, si el Legislativo rechaza en dos oportunidades un voto de confianza, el cual implica el respaldo al Ejecutivo en un determinado proyecto de ley.
El Parlamento ya negó un voto de confianza al gobierno durante la gestión de Pedro Pablo Kuczynski, a quien Vizcarra reemplazó luego de su renuncia por acusaciones de nexos con la constructora brasileña Odebrecht.
Vizcarra asumió el poder en marzo de 2018 en reemplazo de Kuczynski y su mandato debería culminar en 2021.