El mandatario peruano Martín Vizcarra tomó juramento el jueves a su nuevo gabinete de ministros tras disolver el Congreso, que estaba en manos de la oposición, en un escenario inimaginable hace 18 meses, cuando siendo un completo desconocido asumió la presidencia frente a un poderoso poder Legislativo que había obligado a renunciar a su antecesor.
En los próximos cuatro meses, de acuerdo con la Constitución, el país será gobernado por decretos de urgencia emitidos por el mandatario hasta que luego del 26 de enero de 2020 se elija e instale el nuevo Parlamento unicameral de 130 legisladores, que será el contrapeso del Ejecutivo.
Los dos cambios más notables se produjeron en las carteras de Finanzas y Relaciones Exteriores. Vizcarra nombró como ministra de Economía a María Alva, de 34 años, la de menor edad de su gabinete y que se desempeñaba como responsable del presupuesto público, mientras en la cancillería designó a Gustavo Meza-Cuadra, que era el representante permanente de Perú ante Naciones Unidas.
Tres de los nuevos secretarios, entre ellos el primer ministro Vicente Zeballos, junto a los ministros de Desarrollo y Cultura, fueron legisladores del Congreso disuelto el lunes.
El nuevo secretario de Cultura, Francesco Petrozzi, es un tenor lírico que renunció hace un año al partido opositor Fuerza Popular, que dominaba el cerrado Parlamento, tras quejarse de que no se respetaban sus opiniones.
Fuerza Popular es liderado por Keiko Fujimori, la hija detenida del expresidente Alberto Fujimori, sentenciado a 25 años de cárcel y quien también disolvió el Parlamento en 1992.
Se trata del tercer gabinete desde que Vizcarra llegó al poder a fines de marzo de 2018 cuando siendo vicepresidente reemplazó a Pedro Pablo Kuczynski, un exbanquero de Wall Street que renunció casi dos años después de iniciado su mandato acosado por sus supuestos nexos con la constructora brasileña Odebrecht en el marco de una investigación que provocó un terremoto en la élite política local.
Vizcarra, de 56 años, lanzó una cruzada anticorrupción a pocos meses del inicio de su gobierno, que logró impulsar su popularidad. Su enfrentamiento al desacreditado Parlamento le dio oxígeno a su gestión.
“Ahora la población va a comenzar a exigirle resultados inmediatos y ya no podrá alegar que tiene una mayoría obstruccionista que le impide trabajar”, dijo a The Associates Press el analista político Iván García.
Según expertos, el presidente peruano, un ingeniero civil de profesión, tiene enormes retos en la reconstrucción de extensas zonas de la costa del Pacífico destruidas por las lluvias e inundaciones generadas por el fenómeno climático del Niño Costero de 2017 o en enfrentar la anemia por déficit de hierro que alcanza a casi la mitad de los menores de tres años y es un problema de salud pública en Perú.