Fe colorido y tradición desbordan las calles del centro histórico previo a la Semana Santa, con los diversos recorridos procesionales. Este martes no fue la excepción.
Con un recorrido de tres horas, el cortejo procesional infantil de la parroquia de San Sebastián, recorre calles y avenidas de la zona 1, derramando bendición a su paso.
Un desborde de fe se puede observar en los rostros de los menores de 7 a 16, llevando en hombros las veneradas imágenes. Varios de ellos afirman que la pasión por cargar viene de generaciones atrás y es una herencia de sus padres.