El brote centrado en las ciudades de Shijiazhuang y Xingtai, en Hebei, es uno de los más graves registrados en China en los últimos meses, y se produce entre medidas para frenar más contagios durante las celebraciones el mes que viene del Año Nuevo Lunar. Las autoridades han pedido a los ciudadanos que no viajen, ordenado el cierre de las escuelas una semana antes y realizado pruebas masivas.
La Comisión Nacional de Salud informó el lunes de 82 nuevos positivos con síntomas en Hebei. En todo el país, otras 36 personas dieron positivo sin mostrar síntomas, aunque en un primer momento no estaba claro cuántos de ellos estaban en Hebei.
El brote de Hebei ha sembrado la preopación por su cercanía con la capital del país. Tanto Shijiazhuang como Xingtai han ordenado hacer pruebas diagnósticas a millones de personas, suspendido el transporte público y confinado a la gente a sus vecindarios o poblados durante una semana. Parte de la provincia está en cuarentena y la mayoría de los transportes interprovinciales se han cortado. Las personas que entran en Beijing por trabajo deben mostrar pruebas de su empleo y que no tienen síntomas.
Hebei ha registrado 265 casos confirmados con síntomas y al menos 181 asintomáticos en los últimos ocho días. China no incluye los positivos sin síntomas en el recuento oficial.
El lunes se reportaron otros dos casos nuevos en la provincia nororiental de Liaoning y otro en Beijing, donde más de 30 personas han enfermado en un brote centrado en el distrito nordeste de Shunyi. Cualquiera que quiera acceder a los complejos residenciales en ese distrito debe mostrar pruebas de haber dado negativo en una prueba reciente de coronavirus.
China ha registrado 87.536 casos en total, con 4.634 muertes. Los hospitales atienden a 673 personas por COVID-19 y 506 personas están en aislamiento bajo observación tras dar positivos sin mostrar síntomas.
Por su parte, el Ministerio japonés de Salud identificó una variante de coronavirus en personas llegadas de Brasil, diferente de las de Gran Bretaña y Sudáfrica.
La variante se identificó en cuatro personas que se hicieron pruebas en el aeropuerto, señaló el domingo el Ministerio. Japón trabaja con otros países, la Organización Mundial de la Salud y otros expertos médicos para analizar la variante.
Las variantes identificadas en Gran bretaña y Sudáfrica son más contagiosas, pero aún se desconoce el comportamiento de la nueva variedad y las diferencias en la enfermedad que provoca.
La zona de Tokio lleva en estado de emergencia desde el viernes en un intento de combatir el virus. Japón ha registrado unas 4.000 muertes asociadas al COVID-19, y más de 280.000 casos confirmados.
En Corea del Sur, el presidente indicó que el gobierno ofrecerá vacunas de COVID-19 a todos los ciudadanos sin coste adicional de forma gradual.
En su mensaje de año nuevo el lunes, el presidente, Moon Jae-in, reafirmó el anuncio previo del gobierno sobre el inicio de las vacunaciones en febrero.
Las autoridades surcoreanas han dicho que tendrán vacunas para 56 millones de personas, aparentemente suficiente para los 52 millones de personas del país. Tras semanas de repunte del virus, el número de casos activos en el país había empezado a remitir entre fuertes medidas de distanciamiento social, incluida la prohibición de reuniones sociales de cinco personas o más.
Antes el lunes, Corea del Sur reportó 451 casos, la primera vez que la cifra bajaba de 500 en 41 días. El país ha sumado 69.114 contagios por ahora, con 1.140 muertes.