Tras su muerte el viernes a los 99 años, el histórico título que recibió en 1947 fue recibido por el siguiente integrante de la familia real en la línea de sucesión.
La muerte del príncipe Felipe de Inglaterra, el pasado viernes a los 99 años, no solo provocó profundo pesar en la familia real británica y en parte del pueblo inglés, sino que además dejó vacante el título de duque de Edimburgo.
El esposo de la reina Isabel II recibió el título el 19 de noviembre de 1947, antes de su boda y de manos de su futuro suegro, Jorge VI. Junto al principal de todos sus títulos, también recibió el de conde de Merioneth y barón de Greenwich, pero siempre fue conocido en el mundo como duque de Edimburgo.
Uno de los motivos de lo anterior, es que fundó en 1956 el Premio del Duque de Edimburgo, un galardón internacional para jóvenes destacados, lo que le valió que en sus 74 años con título obtuviera un reconocimiento global.
De esta manera, el reconocido título del fallecido príncipe Felipe, de acuerdo al medio británico The Telegraph, automáticamente lo heredó el príncipe Carlos, como su hijo mayor.
Sin embargo esto podría variar en un tiempo próximo. Y es que si Carlos llegara a ser rey, todos sus títulos desaparecen al hacerse cargo de la corona.
De todas maneras, como rey tendría la potestad de crear nuevas líneas o títulos, entre los que podría estar la nueva creación de duque de Edimburgo, recoge CNNChile.
De ser ese el caso, el título sería heredado por el príncipe Eduardo, quien participa en la mencionada fundación.
El título de duque de Edimburgo fue creado en 1726, cuando Jorge I nombró a su nieto, el príncipe Federico, como el primero de la línea.
Foto: Shutterstock.