Hace tres años atrás, Kim Kardashian vivió uno de los momentos más angustiantes de su vida. La influencer se encontraba de viaje en París, cuando unos encapuchados entraron en su habitación de hotel, la maniataron y a punta de pistola le robaron sus pertenencias.
Afortunadamente, la modelo no sufrió lesiones físicas, aunque hasta hoy sigue padeciendo de estrés postraumático. Ahora acaban de revelarse algunos de los detalles de cómo fue ese robo, lo que da una idea de lo mal que lo pasó la celebridad.
De acuerdo a PageSix, Kim se encontraba en la cama cuando alrededor de las tres de la madrugada escuchó que alguien entraba en su habitación. Rápidamente mandó un mensaje a su guardaespaldas, Pascal Duvier, pero los ladrones ya habían accedido a su dormitorio.
Los delincuentes maniataron a la influencer, la amordazaron y amenazaron con matarla apuntando a su cabeza con una pistola. En ese momento, Kim no podía dejar de llorar y de suplicar que no la matasen apelando a la piedad de sus atacantes con el hecho de ser madre.
Al parecer, los ladrones no entendían nada de lo que ella decía, porque solo hablaban francés. El robo duró unos siete minutos y los delincuentes tuvieron tiempo de quitarle el anillo de compromiso, el teléfono móvil y de llevarse más de 10 millones de dólares en joyas.
Una vez que los sujetos se marcharon, la celebridad corrió al balcón de su suite para pedir ayuda y una de sus amigas, Simone Haoruche, que dormía en otra habitación, se percató de que la influencer estaba pidiendo socorro, consigna La Vanguardia.
La policía francesa realizó una ardua investigación y logró detener a los delincuentes. Además, Kim demandó a su guardaespaldas por no haber cumplido con su deber e incrementó la seguridad a su alrededor.
Como la misma celebridad a dicho, tres años después, sigue teniendo ataques de pánico y necesita contar con guardaespaldas para dormir tranquila.
Foto: Captura de video.