En un acto que no contó con público como ocurrió en los traspasos de poderes durante los últimos 20 años, Chaves fue juramentado en la Asamblea Legislativa en presencia de los diputados y delegaciones invitadas y junto a sus vicepresidentes Stephan Brunner y Mary Munive. Sucede en el cargo a Carlos Alvarado Quesada.
En un discurso que volvió a la tónica confrontativa y de reproche a la clase política que marcó su campaña electoral, Chaves hizo un repaso de los múltiples problemas que aquejan al país centroamericano, que van desde alto costo de la vida, hasta las presas en las calles, las largas filas de atención en la seguridad social y el flagelo de la delincuencia y el narcotráfico.
“Es el momento de dejar atrás las viejas prácticas que tanto nos cobra, y con toda razón, el pueblo costarricense. Aquí no hay distingos entre oficialismo y oposición. Si una vez más la clase política falla, el país se podría desmoronar”, afirmó Chaves, un economista de 60 años.
Chaves se convirtió en el mandatario 49no en la historia de Costa Rica tras ganar las elecciones presidenciales en segunda ronda ante el exgobernante José María Figueres, del tradicional Partido Liberación Nacional. El nuevo líder, del partido conservador Progreso Social Democrático, asignado como ministro de Hacienda en el gobierno de Alvarado durante seis meses.
A Chaves le reprochan principalmente a los sectores feministas el haber sido acusado por acoso y sancionado por conductas inadecuadas mientras fue funcionario del Banco Mundial.
En su discurso, Chaves dijo que muchos han querido vender la idea de que Costa Rica es un país “ingobernable”, e hizo un llamado al pueblo para que no pierda la esperanza.
“Véanme como lo que soy, un instrumento humilde para cumplir con el mandato del pueblo, un pueblo que unido puede lograr el cambio inaplazable que nos impone la historia”, expresó.
El politólogo Francisco Barahona sospechará que habrá que dar tiempo a Chaves para ver adecuados serán las líneas generales de su mandato y cómo se desarrollará la relación con su gabinete, el cual fue conformado mediante un proceso de selección inusual en el país, donde el presidente no Conocía una buena parte de los elegidos en sus cargos.
Sin embargo, Barahona cree que el discurso confrontativo de Chaves y el hecho de que proviene de un partido que nunca ha gobernado y tiene poco tiempo de existir, hacen prever que habrían algunos cambios.
“Podemos pensar que es un hombre que va a tomar decisiones a favor de los que lo presentaron y votaron por él. Ahora llegó de lo que él finalmente diga, si tiene luces cortas o largas para tomar decisiones”, agregó.
Con Alvarado a un lado, Chaves reprochó a su antecesor y exjefe por decir que la “casa está ordenada”, en referencia a las medidas tomadas para atender el déficit fiscal.
“No solo vamos a ordenar la casa. La vamos a reconstruir”, prometió.
El acto de juramentación contó con la presencia de más de 90 delegaciones internacionales, entre ellos los presidentes de Colombia, República Dominicana, Kosovo, Marruecos, Panamá y el rey de España, Felipe VI.