Corea del Norte intentó poner en órbita un satélite espía, desatando alarmas en Corea del Sur y Japón, pero el cohete que lo transportaba cayó en el mar sin alcanzar su objetivo tras un fallo técnico.
El lanzamiento del nuevo cohete de transporte satelital “Chollima-1” cayó al mar Occidental tras perder impulso debido al arranque irregular del motor de dos fases”, informaron autoridades.
El proyectil desapareció rápidamente de los radares antes de alcanzar el punto de llegada previsto. Los restos del satélite y su lanzador fueron recuperado del Mar Amarillo, a 200 km de la isla de Eocheong.
A partir de los restos recuperados, los expertos podrán hacerse una idea de las capacidades de Corea del Norte, indicó el analista estadounidense Ankit Panda.
El Secretario General de Naciones Unidas, Antonio Guterres, solicitó a Corea del Norte que pusiera fin a tales actos y regresara a la mesa de negociaciones. “Cualquier lanzamiento con tecnología de misiles balísticos es contrario a las resoluciones del Consejo de Seguridad”, afirmó en un comunicado.
Pánico y confusión
El disparo, ocurrió a primera hora del miércoles, causando confusión en Japón y Seúl. En la capital surcoreana sonaron las sirenas y la alcaldía envió a todos los teléfonos móviles una alerta de “emergencia crítica” a las 06H41 (21H41 GMT).
La alerta, en la que se instaba a todos los ciudadanos a prepararse a una evacuación, dando prioridad a los niños y ancianos, fue anulada poco después. El Ministerio del Interior dijo que fue enviado por error. El ejército surcoreano, citado por Yonhap, dijo que el área metropolitana de Seúl no estuvo amenazada por el cohete.
Pyongyang había anunciado el martes su intención de poner en órbita, entre el 31 de mayo al 11 de junio, un satélite espía para «hacer frente a las peligrosas acciones militares de Estados Unidos y sus vasallos». Su comentario fue una referencia a los ejercicios militares conjuntos de Washington y Seúl en las cercanías de la península coreana, que Pyongyang considera como ensayos para una invasión.
La Administración Nacional de Desarrollo Aeroespacial norcoreana atribuyó el fallo del lanzamiento a «la baja confiabilidad y estabilidad del nuevo sistema de motor aplicado al Chollima-1, y el carácter inestable del combustible empleado». La entidad dijo que investigaría a fondo los “serios defectos” revelados en el lanzamiento del satélite y que lo intentaría de nuevo lo antes posible.