De acuerdo con datos de la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional (SESAN), 2.7 millones de personas podrían estar en riesgo de inseguridad alimentaria en Guatemala, entre septiembre de 2024 y febrero de 2025.
Los datos surgen de la presentación de los resultados del Análisis de la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases (CIF), los cuales muestran el tipo de gravedad y magnitud de este problema en el país.
Las autoridades detallaron que la CIF es un análisis técnico que les permite anticipar acciones de manera coordinada como país.
La titular de SESAN, Mireya Palmieri indicó que para prevenir estas cifras existe un plan de respuesta institucional y que se requiere de un trabajo articulado entre instituciones.
“Lo que nosotros debemos buscar es a partir de la identificación de los territorios prioritarios, de la identificación de los grupos vulnerables, empoderar y fortalecer a las instituciones para que puedan, de acuerdo a sus mandatos, identificar ya de una manera más específica a posibles beneficiarios de las distintas intervenciones mencionadas, y eso va a depender de la coordinación entre el Gobierno Central y los Gobiernos Territoriales, esto se va a lograr en la medida que haya una verdadera articulación entre lo que hace el MAGA en desarrollo agrícola a nivel territorial, a través de los consejos de desarrollo, municipalidades, etc”, dijo Mireya Palmieri.
Agregó que lo que toca ahora es armar equipos multiniveles e interinstitucional para que vayan de manera coordinada a desarrollar las intervenciones más efectivas de acuerdo a su mandato.
Los hogares más vulnerables
Según la medición, la clasificación va de la uno a la cinco, pero se debe poner atención a partir de la 3 (en crisis), la 4 (en emergencia) y 5 (en catástrofe).
En base a esa medición y los resultados presentados, “para el período de septiembre 2024 a febrero 2025 las personas en fase 4 o emergencia serían 303 mil; mientras que en fase 3 o crisis sumarían 2.4 millones, para totalizar la predicción de 2.7 millones”, según detalla la secretaría.
Asimismo, entre los hogares con mayor riesgo de estar clasificados en las fases 3 y 4 se encuentran aquellos que obtienen ingresos provenientes de los siguientes sectores económicos:
- Comercio informal
- Agricultura de infrasubsistencia y subsistencia
- Empleo temporal (jornaleros agrícolas y no agrícolas),
- Hogares que gastan el mayor porcentaje de sus ingresos en alimentos, principalmente los que están en situación de extrema pobreza en áreas rurales y con altas tasas de necesidades básicas insatisfechas.
Intervenciones
En cuanto a las acciones que están tomando las instituciones, se presentaron seis respuestas institucionales, siendo las siguientes.