Un equipo de astrónomos descubrió un agujero negro que existía cuando el universo tenía apenas 400 millones de años. Foto: AFP
El flujo se alinea con el eje del campo magnético del agujero 'Powehi' y fue observado en rayos X durante 5 años para captar una serie de imágenes sucesivas.
Tres grupos de investigadores han llegado a la misma conclusión usando diversas metodologías de análisis.
El gigante espacial está ubicado a 700 millones de años luz de la Tierra, el doble de distancia de las mediciones de masa de agujeros negros realizadas anteriormente.
Los científicos sostienen que el hallazgo de LB-1 cuestiona las teorías actuales sobre la formación de estas regiones del espacio.
Los científicos proponen enfocarse en el centro de nuestra galaxia donde el fenómeno podría observarse junto al candidato a agujero negro Sagitario A*.
El destello brillante en el corazón de un agujero negro de la Vía Láctea ha sido filmado con una nitidez sin precedentes.
Se trata de un fenómeno conocido como evento de disrupción de marea, y tuvo lugar en una galaxia ubicada a unos 375 millones de años luz de la Tierra.
Varios científicos ponen en tela de juicio las ideas fundamentales sobre cómo se forman los agujeros negros.
El fenómeno observado puede deberse a un período de mayor actividad de Sagitario A*.
El gigante espacial tiene una masa 4 millones de veces superior a la del Sol y su gravedad extrema puede distorsionar la luz de una estrella.
Está ubicado a 130 millones de años luz de la Tierra y presenta características que desafían las teorías de Einstein.
Hasta ahora la teoría no había podido ser avalada, ya que cualquier radiación que escape de un agujero negro sería demasiado débil para ser medida.
Los astrónomos ya habían observado la expulsión de chorros de plasma en otros sistemas estelares pero nunca a una velocidad tan alta.
Un profesor de idiomas le dio un nombre en hawaiano.