En Perú se consideran estas prácticas como parte de las "tradiciones culturales", a pesar de la oposición de un grupo de ciudadanos que había solicitado que se definieran como "maltrato animal".
Ante la presencia de niños en estos eventos, las asociaciones animalistas advierten que estas 'clases prácticas' podrían vulnerar el derecho de los menores "a vivir en un entorno libre de violencia".
El año pasado, la ONU recomendó al Gobierno de ese país que prohíba la presencia de menores de edad en los espectáculos taurinos.