Si Darry Young, de 61 años, fuera declarado muerto después del transplante fallido de corazón, el centro médico Newark Beth Israel podría atraer la atención de las autoridades.
Un hombre que permaneció 11 años en estado vegetativo y dio lugar a una enconada disputa familiar y judicial en torno a cómo tratar a los enfermos terminales en Francia ha muerto.