El hallazgo se produjo durante un operativo de las Fuerzas Especiales de la Policía Nacional para desmantelar a la secta religiosa.
En un campo al aire libre en las afueras de la ciudad de Raqqa, en Siria, trabajadores en uniformes negros, mascarillas quirúrgicas y cascos desenterraron bajo un implacable sol cadáveres de una fosa común descubierta el mes pasado.