El hombre se acercaba a los transeúntes en pleno centro de Moscú y les invitaba un refresco envenenado. Cuando empezaban a sentirse mal y estaban inconscientes, les robaba y hasta les pegaba.
El dueño del establecimiento, ubicado en Singapur, ha difundido imágenes de las cámaras de seguridad para tratar identificar al responsable.