Dos personas, entre ellas un menor de edad, resultaron heridas después de que una mujer comenzó a disparar contra el megatemplo cristiano Lakewood en Houston, Texas, uno de los más concurridos de Estados Unidos, informó la Policía.
Según explicó Troy Finner, jefe de la policía de Houston, una mujer de entre 30 y 35 años llegó hasta la puerta de este templo con capacidad para 16.800 personas cerca de las dos de la tarde. Traía “armamento largo”, dijo en conferencia de prensa.
Llevaba a un menor de entre 4 y 5 años, cuyo parentesco no fue informado. La mujer empezó a disparar y fue abatida por dos policías fuera de servicio que prestaban seguridad en el templo. En el intercambio de disparos, “lamentablemente, el menor fue herido y está en situación crítica. Un hombre de unos 57 años, que no tenía nada que ver con el incidente, fue impactado en una pierna”, explicó el jefe policial.
La tiradora llevaba una mochila, y antes de morir hizo referencia a la posible existencia de una bomba. Pero, tras una revisión general, no se halló nada.
“Cuando entré vi gente corriendo que decía: están tirando, y se oían balazos. Tratamos de abrir algunas puertas en el pasillo pero estaban trancadas. Algunos salieron a buscar sus carros, pero otros como yo no sabíamos dónde ir. Un voluntario que trabaja en la iglesia nos refugió en un cuarto y nos pidió que nos metiéramos en los baños”, dijo una mujer que fue testigo del tiroteo.
La autora del tiroteo dentro del templo en Houston murió tras recibir disparos por dos policías fuera de servicio, los cuales evitaron que el tiroteo en el que resultaron heridos un niño de 5 años y un hombre de 57 cobrará mas vidas.
La agresora fue identificada como Genesse Moreno o Jeffrey Moreno, quien murió en la Iglesia Lakewood.
Un niño que aparentemente la acompañaba fue trasladado a un hospital cercano en estado crítico y el hombre de 57 años también recibió atención medica ya que presentaba una balazo en la pierna izquierda hasta el momento se cree que el herido no esta vinculado con la agresora.
Los tiroteos masivos son comunes en Estados Unidos, donde hay más armas que personas y alrededor de un tercio de los adultos posee un arma de fuego.
Las encuestas muestran que la mayoría de los estadounidenses están a favor de regulaciones más estrictas sobre armas, pero el poderoso lobby de las armas ha impedido a los legisladores tomar medidas.