Tres miembros de la tripulación del portaviones de la fuerza naval estadounidense USS George H.W. Bush se suicidaron la semana pasada en “incidentes separados y no relacionados”.
El capitán del buque, Sean Bailey, confirmó las muertes y expresó sus condolencias en su cuenta de Facebook. Al mismo tiempo, subrayó la necesidad de unidad, así como de apoyar y cuidar a aquellos que buscan ayuda para “prevenir otro suicidio”.
El capitán también indicó que en los dos años anteriores hubo dos casos más de miembros de la tripulación que se quitaron la vida, de manera que las tres nuevas muertes elevan a cinco la cifra total de suicidios. Señaló que en el barco trabajan consultores, psicólogos y sacerdotes, y advirtió acerca de los peligros de difundir rumores y chismes. Sean Bailey también pidió que se respetara el derecho a la privacidad de las familias de los difuntos.
Según Navy Times, ninguna de las muertes ocurrió en el buque, que actualmente está atracado en el astillero naval de Norfolk, en Virginia, para someterse a reparaciones. El año pasado la Marina estadounidense registró 68 suicidios de personal activo, lo que supone 20,7 suicidios por cada 100.000 personas.
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