El presidente Donald Trump dijo el martes que está tomando una actitud de espera en cuanto a su amenaza de cerrar la frontera con México.
En declaraciones antes de una reunión con el secretario general de la OTAN, Trump dijo que está complacido con las medidas tomadas últimamente por México y que “veremos qué pasa”.
Pero aclaró que está “dispuesto a cerrarla” si le parece necesario y lo hará si México deja de ayudar o si no llega a un acuerdo con el Congreso para reformar las leyes de inmigración.
“Tendremos una frontera fuerte o tendremos una frontera cerrada”, dijo.
Previamente varios funcionarios del gobierno empezaron a relativizar la amenaza de cerrar la frontera con México al tiempo que lidian con un auge de la inmigración centroamericana.
La semana pasada, Trump dijo que sellaría la frontera sur en los próximos días si México no detiene la inmigración ilegal hacia Estados Unidos. Un cierre tendría consecuencias económicas gravísimas para ambos lados de la frontera al cortar las cadenas de suministros y el flujo de bienes, desde aguacates hasta automóviles.
La secretaria de prensa Sarah Sanders dijo que “con el tiempo, puede suceder que la mejor decisión sea cerrar la frontera”, pero que el presidente “no trabaja con plazos concretos” y “estudiará todas las opciones sobre la mesa”.
El Consejo de Asesores Económicos está realizando una serie de estudios sobre el posible impacto del cierre de la frontera y “trabaja con el presidente para darle esas opciones”, añadió.
Se hacían esfuerzos en el gobierno para desacelerar y minimizar el impacto de la amenaza de cerrar la frontera. “No estoy bromeando”, dijo el presidente la semana pasada.