Un día después de establecer un plan para reabrir gradualmente la golpeada economía, Trump recurrió a Twitter con la clase de retórica que algunos de sus simpatizantes han utilizado para exigir que se levanten las órdenes que han dejado a millones de estadounidenses desempleados.
“¡Liberen a Minnesota!”, “¡Liberen a Michigan!”, “¡Liberen a Virginia!”, afirmó en una serie de tuits en los que también arremetió contra el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, por criticar la respuesta federal a la pandemia. Cuomo “debería pasar más tiempo ‘haciendo’ y menos tiempo ‘quejándose’”, manifestó el presidente.
En respuesta a las peticiones de los gobernadores para que Washington los ayude a incrementar el volumen de pruebas de detección del virus, Trump les dijo: “¡Los estados tienen que aumentar sus pruebas!”
El mandatario ha expresado repetidas veces su deseo de que los negocios reabran sus puertas rápidamente, y hace unos días afirmó que posee autoridad total sobre el asunto, a pesar de que los confinamientos y otras medidas de distanciamiento social han sido impuestos por líderes estatales y locales, no por Washington.
El presidente presentó el jueves una serie de directrices en tres pasos para relajar las restricciones a lo largo de varias semanas en sitios donde se estén efectuando muchas pruebas y estén descendiendo los casos de la enfermedad COVID-19, asegurándoles a los gobernadores de la nación: “Ustedes van a tomar sus propias decisiones”.
Los gobernadores de ambos partidos insinuaron el viernes que serán cautelosos en el regreso a la normalidad, y algunos de ellos advirtieron que no pueden hacerlo si Washington no les ayuda a expandir el volumen de pruebas.
La gobernadora de Michigan Gretchen Whitmer, una demócrata que ha criticado la respuesta gubernamental a la crisis, reconoció que la gente está “muy ansiosa” acerca de su sustento y preocupada por tener que pagar la renta mientras no tiene trabajo.
“Pero lo último que quiero hacer es tener una segunda ola aquí, así que tenemos que ser realmente inteligentes”, afirmó.
El gobernador de Virginia Occidental Jim Justice, un republicano aliado de Trump, respaldó el plan de la Casa Blanca, pero especificó claramente que escuchará a los expertos médicos a la hora de decidir cómo avanzar. Dijo que se requieren más pruebas antes de que pueda levantarse cualquier restricción.
“No voy a hacer algo que sienta en mi corazón que sea equivocado, que vaya a poner en riesgo a nuestro pueblo”, afirmó.
Otros estados sí tomaron algunos pequeños pasos para relajar las restricciones, los primeros en la nación.
En Florida, el gobernador republicano Ron DeSantis le dio luz verde a los municipios para que reabran las playas y los parques si es que pueden hacerlo con la seguridad necesaria. En Texas, el gobernador republicano Greg Abbott dijo que las tiendas pueden comenzar a vender en las aceras, las cirugías no esenciales pueden reanudarse y los parques estatales pueden ser reabiertos.