El presidente Donald Trump promulgó el viernes una partida de gastos por 8.300 millones de dólares para combatir el brote de coronavirus, un plan trata de proyectar confianza y calma al tiempo que aumenta la ansiedad sobre el impacto del COVID-19, que ha cobrado 12 vidas en Estados Unidos y ha infectado a más de 200 personas.
Los fondos incluyen 300 millones de dólares para la entrega de medicamentos a quienes los requieran. Más de 2.000 millones de dólares serían destinados a ayuda para la preparación y respuesta de los gobiernos federal, estatales y municipales a la amenaza del nuevo coronavirus. Otros 1.300 millones de dólares adicionales serían usados para el combate del virus en el extranjero.
Otros fondos serían utilizados a ayudar a los funcionarios locales a prepararse para una potencial situación de alerta ante el brote y subsidiar el tratamiento en centros comunitarios de salud. Las normas del Medicare _el programa gubernamental estadounidense de asistencia médica para los ancianos_ serían atenuadas a fin de permitir consultas remotas de “telesalud” bajo las cuales personas enfermas podrían recibir atención sin necesidad de acudir al médico.
Trump había planeado inicialmente firmar el proyecto de ley en Atlanta, durante una visita a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por sus siglas en inglés), dijo el vicepresidente Mike Pence el jueves por la noche en su viaje al estado de Washington, donde murieron 11 de las 12 víctimas fatales registradas en el país.
Sin embargo, la parada de Atlanta quedó fuera del programa público del presidente. La Casa Blanca explicó el viernes que Trump ya no visitaría la agencia porque “no quiere interferir con la misión de los CDC de proteger la salud y el bienestar de su gente y la agencia”. No se proporcionó ninguna explicación adicional.
El Senado aprobó el jueves el presupuesto especial con la intención de tranquilizar el temor público y acelerar la respuesta del gobierno al virus, cuya rápida propagación amenaza con alterar la vida cotidiana en Estados Unidos y en todo el mundo.
El dinero financiaría un ataque multifacético contra un virus que se propaga cada vez más con cada día que pasa, generó de nueva cuenta una espiral en los mercados bursátiles el jueves, afectó el turismo y es una potencial amenaza a la expansión económica estadounidense de casi una década.
La apabullante votación a favor por 96-1 envía el proyecto a la Casa Blanca para la firma del presidente Donald Trump. El senador Rand Paul, republicano por Kentucky, fue el único que votó en contra. La Cámara de Representantes aprobó el plan el miércoles con una votación de 415-2.
La partida podría triplicar con creces los 2.500 millones de dólares planteados hace 10 días por la Casa Blanca. La propuesta de Trump fue descartada de inmediato por legisladores de ambos partidos. En cambio, negociaron un incremento en la cifra, una muestra de cooperación bipartidista que pocas veces se ve en Washington.
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