El operador ucraniano de conducciones de gas natural cortó el miércoles los envíos de Rusia a través de su centro de conexión en el este del país, y el presidente, Volodymyr Zelenskyy, dijo que el ejército había hecho pequeños avances en el este y expulsado a las fuerzas rusas de cuatro poblados cerca de Járkiv.
Los envíos rusos a través de la instalación de Novopskov, en una zona controlada por los separatistas respaldados por Moscú, se cortarían a partir del miércoles, según la operadora. La compañía ucraniana dijo que el centro gestiona alrededor de un tercio del gas natural ruso que pasa por Ucrania hacia Europa occidental, aunque Gazprom, el gigante energético estatal ruso, dijo que manejaba apenas un cuarto.
Es la primera vez que el suministro de gas natural se ve afectado por la guerra iniciada en febrero. La maniobra podría obligar a Rusia a derivar las entregas de gas a territorio controlado por Ucrania para llegar a sus clientes en Europa. Gazprom dijo en un principio que no podía hacerlo, aunque los datos preliminares de flujo apuntaban a que había advertido el volumen en una segunda estación en territorio bajo control de Kiev.
La operadora atribuyó el corte a interferencias de las “fuerzas de ocupación”, incluyendo un supuesto desvío del gas. Apuntó que Rusia podría reconducir los envíos afectados a través del otro gran centro ucraniano, Sudzha, en una parte del norte del país controlado por Ucrania. Un vocero de Gazprom, Sergei Kupriyanov, tachó esa propuesta de “tecnológicamente imposible” y dijo que la empresa no vio motivos para esa decisión.
Zelesnkyy dijo el martes que el ejército estaba haciendo retroceder a las fuerzas rusas en Járkiv, mientras que el ministro de Exteriores, Dmytro Kuleba, sugirió que Ucrania podría ir más allá de expulsar a Rusia a las zonas que controlaba antes de que comenzara la invasión hace 11 semanas.
Kuleba dijo al Financial Times que Ucrania creía en un principio que una victoria sería la retirada de las tropas rusas a las posiciones que ocupaban antes de la invasión del 24 de febrero. Pero después de que las fuerzas rusas no lograran tomar Kiev al inicio de la guerra, dijo, la atención se desplazó al Donbás, el corazón industrial en el este del país.
“Ahora, si somos lo bastante fuertes en el frente militar y ganamos la batalla por el Donbás, que será crucial para la dinámica posterior de la guerra, por supuesto para nosotros la victoria en esta guerra será la liberación del resto de nuestros territorios”, Dijo Kuleba.
Los comentarios de Kuleba parecían recoger ambiciones políticas más que la realidad en el campo de batalla. Las fuerzas rusas han avanzado en el Donbás y ahora controlan más que cuando comenzó la guerra. Pero sus palabras reflejan cómo Ucrania ha frenado a un ejército ruso más grande y mejor armado, una sorpresa para muchos que esperaban que el conflicto terminara mucho más rápido.
Ucrania dijo el martes que fuerzas rusas habían lanzado siete misiles a Odesa el día anterior y alcanzaron un centro comercial y un almacén en el puerto más grande del país. Una persona murió y cinco resultaron heridas, según el ejército.
Un general ruso ha dicho que entre los objetivos de Rusia también está cortar el acceso de Ucrania a los mares Negro y de Azov. Eso también le daría una extensión de territorio que conectaría a Rusia con la Península de Crimea, anexionada de Ucrania en 2014, y Transnistria, una región independentista prorrusa en Moldavia.
El ataque de Ucrania a las fuerzas rusas en la Isla de las Serpientes está ayudando a frenar los intentos de Moscú de ampliar su influencia en el mar Negro, según el ejército británico.
En su informe diario de inteligencia sobre el conflicto, el Ministerio de Defensa de Gran Bretaña apuntó el miércoles en Twitter que Rusia transportó de reforzar su guarnición expuesta allí, mientras que “Ucrania ha atacado con éxito a las defensas aéreas y los barcos de reabastecimiento rusos con drones Bayraktar”.
Los buques de reabastecimiento rusos tienen una protección mínima en el oeste de mar Negro, tras la retirada de la Armada rusa a Crimea luego de la pérdida de Moskva, agregó.
Esto se corresponde con las imágenes satelitales analizadas por The Associated Press este fin de semana y que mostraron combates en la zona.
Sin embargo, el ejército británico detectó que “si Rusia consolida su posición en la isla (de las Serpientes) con una defensa aérea estratégica y misiles de crucero de defensa costera, podría dominar el noroeste del mar Negro”.
Incluso si no logra su objetivo de cortar el acceso de Ucrania al mar -y no parece tener las fuerzas para ello-, los ataques de misiles que siguen conservando Odesa reflejan la importancia estratégica de la ciudad.
Odesa también es un importante punto de salida de los cargamentos de grano y el bloqueo ruso sobre la ciudad ya amenaza el suministro global de alimentos. La ciudad es una joya cultural apreciada por rusos y ucranianos por igual y tiene un gran significado simbólico.
Para proteger Odesa, Kiev podría verse obligada a destinar más tropas al suroeste y apartarlas del frente oriental, donde tratar de empujar al contingente ruso al otro lado de la frontera.
Járkiv y sus alrededores han sufrido ataques rusos constantes desde los inicios de la guerra. En las últimas semanas, macabras imágenes de la zona recogieron los horrores de esos combates, con cuerpos calcinados y retorcidos en una calle.