William Rogers patinaba por la superficie congelada del río Salmon Falls, en la ciudad estadounidense de Somersworth, cuando el hielo se rompió y cayó a las gélidas aguas.
“Fue simplemente ese sentimiento terrible. ‘Oh Dios mío. Me voy al agua”, dijo Rogers, quien se desempeña como profesor de tecnología en una escuela.
El hombre dice que lo primero que intentó fue saltar sobre el hielo sabiendo que tenía que salir del agua lo más rápido posible, ya que el hielo seguía rompiéndose debajo de él.
No había nadie alrededor y no podía alcanzar su teléfono. Estuvo en el agua durante varios minutos cuando comenzó a tener síntomas de hipotermia.
“Recuerdo haberme dicho a mí mismo: ‘Está bien, no te asustes. Que no cunda el pánico. Averigua cuáles son tus opciones aquí”, dijo a la prensa local.
Fue ahí que se le ocurrió pedir ayuda usando la función de su Apple Watch que permite llamar a los servicios de emergencia. Tras apretar un botón, el dispositivo lo comunicó con el 911.
Rogers le advirtió al operador la situación y que no podría aguantar más de 10 minutos. Por fortuna una unidad de rescate lo localizó en cinco minutos y lo sacó exitosamente del agua. Creo que me salvó la vida”, dijo.
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