Algunas personas están dispuestas a todo para mejorar su aspecto físico, pero, en ocasiones, hasta los tratamientos de belleza en principio inofensivos pueden conllevar consecuencias trágicas. Ese es el caso de una joven china, que terminó con medio rostro paralizado tras someterse a unas inyecciones en la cara.
El 12 de septiembre, Zhao, de 29 años, fue a una clínica de la ciudad de Hangzhou para hacerse unas inyecciones de relleno facial con el objetivo de eliminar arrugas. La joven ya se había sometido antes a este tratamiento, pero esta vez algo salió mal y una semana después, se despertó con media cara paralizada. Tenía la boca torcida, la ceja izquierda fruncida y no podía cerrar ni la boca ni el ojo izquierdo.
“Cada día me veo en el espejo con una cara inexpresiva y me quiero morir”, contó la afectada. Zhao no puede masticar bien y tiene que beber con pajita. Los médicos le diagnosticaron una parálisis fácil y no saben decir cuándo volverá a la normalidad. El proceso de recuperación puede durar meses y hasta años, y es posible incluso que no se pueda recuperar nunca.
La mujer ya ha presentado una demanda contra la clínica de belleza y el caso se decidirá en los tribunales.