El Fondo de las Naciones Unidas para la infancia y la Organización Mundial de la Salud advierten que existen las condiciones propicias para que aumenten los brotes de sarampión en niños.
Esto como consecuencia del análisis que se hace del aumento de los casos en enero y febrero de 2022, “lo cual revela que existe un mayor riesgo de que aumente la propagación de enfermedades que se pueden evitar mediante la vacunación”.
Esta situación podría afectar a millones de niños y niñas en 2022, advierten ambas entidades internacionales.
“El riesgo de que se produzcan grandes brotes ha aumentado debido a que las comunidades han flexibilizado las prácticas de distanciamiento físico y otras medidas preventivas contra la COVID-19 que se habían aplicado durante el punto álgido de la pandemia”.
Cifras se duplican
En una nota de prensa, la Organización Panamericana de la Salud compartió las cifras de casos reportados en los primeros meses del año que incrementaron en comparación con lo que se registró en 2021.
“En enero y febrero de 2022 se notificaron casi 17 mil 338 casos de sarampión en todo el mundo, frente a los 9 mil 665 de los dos primeros meses de 2021”.
Así mismo, señala que como el sarampión es muy contagioso, los casos tienden a aparecer rápidamente cuando los niveles de vacunación disminuyen.
“A los dos organismos les preocupa que los brotes de sarampión puedan ser también el preludio de brotes de otras enfermedades que no se propagan tan rápidamente.”
¿Cómo afecta el sarampión al organismo de los niños?
El ente de salud señala que aparte de su efecto directo en el organismo, que puede ser letal; el virus del sarampión también debilita el sistema inmunitario y aumenta la vulnerabilidad de los niños a otras enfermedades infecciosas como la neumonía y la diarrea.
“El sarampión es más que una enfermedad peligrosa y potencialmente mortal. También es un primer indicio de que existen lagunas en nuestra cobertura mundial de la inmunización, lagunas que ponen en grave peligro a los niños vulnerables”, dijo Catherine Russell, Directora Ejecutiva de UNICEF. “Es alentador que en muchas comunidades la gente empiece a sentirse lo suficientemente protegida de la COVID-19 como para volver a realizar más actividades sociales. Pero hacerlo en lugares donde los niños no están recibiendo la vacunación sistemática genera las condiciones más propicias para la propagación de una enfermedad como el sarampión” , cita la nota.
Preocupa disminución en la vacunación
Algo que destacan las autoridades del ente internacional de salud es que el COVID-19 afectó el acceso a las vacunas y millones de niños dejaron de recibirlas.
“En 2020, 23 millones de niños no recibieron las vacunas infantiles básicas a través de los servicios sanitarios sistemáticos, la cifra más elevada desde 2009, y 3,7 millones más que en 2019.”
Las autoridades expresan preocupación por la disminución de la vacunación que se da por diversos factores, ya que están dejando a demasiados niños sin protección contra el sarampión y otras enfermedades que se pueden evitar mediante la vacunación.
Entre estos factores destacan la interrupción del acceso a la salud por el tema de la pandemia, el aumento de las desigualdades en el acceso a las vacunas y el desvío de recursos destinados a la inmunización sistemática.