Uruguay trabaja contra reloj para canalizar agua dulce destinada a la zona más poblada del país, en donde desde hace más de dos meses el agua del grifo sale salada debido a una alarmante sequía. El gobierno avanza en el tendido de 13.3 kilómetros de tuberías para trasvasar agua del río San José al Santa Lucía sobre el que está la única planta que desde el siglo XIX abastece de agua a los 1.8 millones de habitantes de la capital uruguaya.
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Ahora la empresa estatal OSE construye una presa y una estación de bombeo sobre el río San José para paliar el déficit hídrico que golpea a la región desde hace más de tres años.
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La urgencia es grande ya que la principal reserva de agua dulce para la planta de Aguas Corrientes está casi agotada. El 11 de julio, en el embalse de Paso Severino que la alimenta sólo quedaban 2.9 millones de metros cúbicos, apenas el 3.1% de su capacidad total según el último reporte oficial.